Bart Simpson se emancipa: Una visión crítica de la emancipación en España

        Entre los múltiples avatares vitales de Bart Simpson, el hijo de Homer y Marge en la serie “Los Simpson”, llega incluso a emanciparse (o como él lo llama a “divorciarse de sus padres”) yéndose a vivir solo.

 

       1.- Bart: Un hijo agraviado

 

      Los hechos se escenifican en el capítulo 11 de la temporada 14ª titulado “Bartir de cero” (“Barting Over”): Mientras arreglan y limpian el garaje, Lisa y Bart encuentran algunas cintas de vídeo viejas; en uno de ellas se lee “Bartsad” que interpretan como “Bart rancio”. Al introducir la cinta de vídeo en el reproductor, los niños comprueban que se trata de un anuncio de TV de unos parches contra el mal aliento protagonizado por Bart de bebé. Y es que en realidad el titulo de la cinta de vídeo es un juego de palabras con el doble sentido de “Bartsad”: Bart rancio (Bart sad) o Anuncio de Bart. (Barts Ad).

 

emancipacion1     Cuando Bart pregunta a sus padres sobre el destino del dinero ganado, Marge le asegura que el “dineral ganado” lo había invertido Homer en un fondo de ahorros para ir a la Universidad. Pero muy pronto se descubre que Homer había gastado todo el dinero… en recuperar unas “algo comprometedoras” fotos en las que se ve cómo Homer deja caer a Bart al suelo desde un balcón.

 

      Bart se siente enfadado, conmocionado, engañado y humillado.

 

     Harto, buscando una forma de venganza y aconsejado por Milhouse,Bart visita a una Abogado de Familia al que le anuncia su deseo de “divorciarse de sus padres”. El asunto termina en el Juzgado donde Homer pierde repetidamente la compostura incapaz de controlar su “mal genio” con Bart. Tras quedar debidamente probado la desaparición del dinero del anuncio de TV y los constantes arrebatos físicos de Homer hacia Bart, la Juez Harm falla a favor de Bart, le concede otorga la emancipación y, como pensión de alimentos, la mitad del sueldo de Homer.

emancipacion 2

      Bart hace las maletas y se traslada a vivir a un apartamento en el centro de Springfield; la realidad demuestra, sin embargo, que Bart Simpson no está aún en condiciones o capacitado para gobernar su persona.

 

   2.- Nuestro Código Civil: El desviado enfoque legal y los usos inadecuados de la emancipación

 

     En España, la institución de la emancipación se regula en los Arts. 314 a 324 C.C.

 

     No conviene olvidar que la emancipación es un acto jurídico por el cual el menor de edad se constituye en un nuevo estado civil: el del menor emancipado, que le habilita para regir su persona y bienes como si fuera mayor de edad. Acto jurídico que es, por demás, definitivo e irreversible y no tiene vuelta atrás.

 

    La emancipación es una institución que tradicionalmente ha respondido a la necesidad de solucionar las aspiraciones de independencia vital de los menores con cierta capacidad personal o madurez y, casi siempre también,con cierta independencia económica y/o profesional.

 

      Hay que reconocer que en la actualidad la emancipación tiene una escasa relevancia práctica, al haber quedado constreñida a la edad de entre 16 y 18 años (salvo caso de emancipación por matrimonio) y existir otros cauces para que un menor pueda gobernar en parte sus bienes sin necesidad de este status de emancipado. Sin embargo ello no nos puede impedir realizar una visión crítica de la institución tanto en su regulación legal como en su utilización práctica.

 

      De un lado, como decíamos, lo deseable es que en el proceso judicial o registral deba constatarse en el menor cierto grado de madurez o capacidad personal para manejarse en la vida de manera independiente de sus padres. No obstante, la vigente regulación civil no tiene este enfoque; la emancipación depende de una concesión graciosa de los padres (Art. 317 C.C) , o, caso de autorización judicial (Art. 320 C.C) -como ocurre con Bart Simpson en la serie-, de hechos objetivos,como son los problemas de convivencia o, en general, las dificultades de ejercicio de la patria potestad: Tanto la concesión parental como la autorización judicialsonajenos al grado de madurez del hijo menor que en ningún momento es evaluado, constatado ni contrastado.

 

       Junto, o quizás debido, a este erróneo enfoque de nuestro Código Civil se puede constatar en la práctica forense un ocasional uso inadecuado de la institución como ya puse de manifiesto en un anterior artículo (Efectos indeseables de la concesión irreflexiva de la emancipación: un caso real”); en algunas ocasiones se otorga el status de la emancipación a los hijos menores sin atender a su grado de madurez y autonomía personal, simplemente con la finalidad de satisfacer un poco serio y caprichoso deseo de vida personal independiente.

 

      En otras ocasiones, puede suceder -como parece que ocurre también en el capitulo de Los Simpson- que se pretenda utilizar la institución de la emancipación con la finalidad de contrarrestar pasados agravios económicos de los hijos y tratando de evitar en el futuro que los padres hagan una administración inadecuada de los bienes y dinero de sus hijos menores. Lo cierto es que el Código Civil prevé otras posibilidades de control y exigencia de responsabilidad a los padres que no requiere necesariamente delstatus de emancipado al existir otros cauces como por ejemplo los previstos y señalados en los Arts. 167 y 168 C.C: Exigencia de fianza, caución, nombramiento de Administrador, rendición de cuentas, responsabilidad por pérdida de bienes…

 

       Por cierto que, como era de esperar, al final del capítulo Bart Simpson vuelve con su familia no sin antes vengarse y humillar públicamente a su padre…

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